En 2006, por cada 100 enlaces realizados en el país
hubo 12.3 divorcios; en el año 2000 la relación fue
de 7.4 y en 1971 de 3.2. Para el año 2006, quince
entidades federativas superan la proporción
nacional, las que presentan los valores más
altos son: Baja California (29.9 divorcios por cada
100 matrimonios), Chihuahua (26.4) y Colima (23.6);
en contraste, las proporciones menores se registran
en Oaxaca (2.3), Tlaxcala (2.8) y Guerrero (5.1).
De las parejas casadas que se divorciaron en 2006,
casi la mitad tuvo un matrimonio con una duración
social de 10 años o más (49.5%), seguida de quienes
estuvieron casados cinco años o menos (31%) y las
que permanecieron unidas de 6 a 9 años (19.2%).
De los hombres que se divorciaron, 23.2% era joven
(15 a 29 años); 36.4% tenía entre 30 y 39 años; 22%,
de 40 a 49 años, y 13.1%, 50 años o más. En el caso
de las mujeres que se divorciaron, 32.4% era joven,
35.2% tenía entre 30 y 39 años; 18.8%, de 40 a 49
años y 8.6%, 50 años o más.
En cuanto a las edades de las parejas que se
divorciaron, en 15.2% tanto el hombre como la mujer
tenían la misma edad; en 44.9% el hombre era mayor
que la mujer de 1 a 5 años; en 12.4% tenía de 6 a 9
años más que ella y en 7.2%, 10 años o más de edad;
en cambio, en 15.1% la mujer era mayor que el hombre
de 1 a 5 años; en 2.2% de 6 a 9 años y en 0.9%, la
mujer era mayor por 10 años o más que el varón.
De los hombres que se divorciaron, 22.5% declaró
tener secundaria; 19.3% preparatoria y 19.1%
estudios superiores; en el caso de las mujeres, las
proporciones fueron de 23.3%, 17.8% y 17.2%,
respectivamente.